Tuberías de Silicona vs. Tuberías de TPE: Cómo elegir la solución adecuada para bioprocesos

En la fabricación biofarmacéutica, cada elemento del recorrido del fluido debe cumplir con los más altos requisitos de seguridad y fiabilidad. La tubería es una parte crítica de las líneas de transferencia estériles, los sistemas de un solo uso y las operaciones downstream. Dos materiales dominan en este campo: la silicona y los elastómeros termoplásticos (TPE). Cada uno aporta ventajas específicas, y Venair ofrece soluciones adaptadas con VenaBio® Flow (tubería de silicona) y VenaBio® Flex (tubería de TPE).
El papel de la tubería de silicona
La silicona ha sido un material de confianza en biotecnología durante décadas gracias a su pureza, biocompatibilidad y resistencia a las interacciones químicas. VenaBio® Flow es una tubería de silicona curada con platino, fabricada en salas limpias ISO Clase 7, lo que garantiza niveles extremadamente bajos de extractables y un paquete de validación completo.
Otra gran ventaja es su capacidad para soportar un rango de temperatura muy amplio, desde –60 °C hasta +220 °C, lo que la hace adecuada para aplicaciones diversas. Su flexibilidad reduce el riesgo de acodamientos, especialmente importante en bombeo peristáltico, llenado y transferencias delicadas de fluidos.
En definitiva, la silicona destaca por su pureza y durabilidad, siendo la opción preferida cuando la integridad del producto es la máxima prioridad.
El valor de la tubería de TPE
Los elastómeros termoplásticos han ganado relevancia, sobre todo en sistemas de un solo uso. Su principal ventaja es la capacidad de soldarse y sellarse térmicamente, lo que permite conexiones cerradas, seguras y estériles, fundamentales en entornos asépticos.
VenaBio® Flex ha sido diseñado con estas necesidades en mente. Es biocompatible, libre de plastificantes y aditivos, ofrece buen rendimiento en bombas peristálticas y es estable a la esterilización por radiación gamma.
Además, es soldable no solo consigo mismo, sino también con otras marcas de TPE, lo que lo convierte en una opción altamente versátil para integrarse en diferentes ensamblajes. Esta capacidad aporta gran flexibilidad en el diseño de procesos y simplifica la creación de recorridos de fluido estériles en configuraciones mixtas.
Conclusión
Tanto la silicona como el TPE ofrecen un excelente rendimiento en bioprocesos, pero cada material sobresale en áreas distintas. La silicona aporta pureza, durabilidad y resistencia térmica, mientras que el TPE ofrece soldabilidad, conexiones asépticas y compatibilidad con métodos de esterilización. Con VenaBio® Flow y VenaBio® Flex, Venair proporciona soluciones fiables diseñadas para garantizar la seguridad del proceso, la integridad del producto y la integración fluida en los sistemas modernos de bioprocesamiento.